Sintomas y biología

La zona del cuello, en los árboles atacados, adquiere un color achocolatado más oscuro; si levantamos la corteza aparecen manchas distribuidas irregularmente y que evolucionan en sentido ascendente. En la parte aérea suele apreciarse una reducción del crecimiento, frutos pequeños, más coloreados y con maduración defectuosa, enrojecimiento prematuro del follaje y caída anticipada de las hojas.

Control

Al realizar la plantación hay que tener en cuenta el comportamiento de los patrones elegidos respecto a la enfermedad (consultar Cuadro de patrones del manzano); así, MM106 es bastante sensible a Phytophthora; M26 y los Francos son medianamente sensibles; M7 y M9 son poco sensibles.

El hongo necesita disponer de agua libre para su desarrollo, por tanto hay que evitar los suelos con problemas de drenaje. Una medida importante preventiva de esta enfermedad es la de no enterrar la zona del injerto en el momento de la plantación, pues en la mayoría de los casos es a través de este punto por donde tiene lugar la entrada del hongo. En caso de ataques poco severos puede descalzarse el árbol y quitar los tejidos afectados, limpiando bien y protegiendo la zona intervenida y sus alrededores con productos fungicidas; en plantaciones infectadas se puede actuar preventiva y curativamente durante los períodos de mayor riesgo, primavera y otoño.